¿Por qué decimos que el sector agro es sinónimo de progreso? Los números son contundentes, ya son casi 17 años que el agro peruano viene creciendo sostenidamente y este año no fue la excepción. Durante el primer semestre del 2017, el Sector Agrario se mantuvo como el segundo sector de mayor exportación del país alcanzando los US$ 2,303 millones, lo que representa un crecimiento del 11.4 % comparado al mismo periodo del 2016. Este incremento se debió principalmente al aumento de las exportaciones de frutas frescas que pasaron de US$ 796 millones a US$ 957 millones en el primer semestre del 2016 y 2017, respectivamente.
Hoy en día nuestros productos están en la mesa de consumidores de los cinco continentes, las exportaciones peruanas de frutas y hortalizas frescas tuvieron como principales destinos los mercados de Norteamérica con exportaciones de US$ 380 millones, Europa con US$ 522 millones y Asia con US$ 137 millones. En particular, las principales economías que disfrutaron de nuestros productos agrícolas fueron Estados Unidos con exportaciones de US$ 362 millones, Países Bajos con US$298 millones, España con US$ 82 millones, Reino Unido con US$ 78 millones y Hong Kong con US$ 49 millones.
Los productos más destacados fueron las paltas que lograron un crecimiento importante al pasar de US$ 263.2 millones a US$ 363.2 millones, lo que significó un crecimiento del 38% respecto al mismo periodo del 2016. Las uvas frescas por su parte mostraron una tendencia similar logrando un crecimiento del 21.6%; es decir, aumentaron de US$ 195.5 millones a US$ 237.8 millones. En el caso de la Granada fresca aumentó en 56% al pasar de exportar US$ 39.1 millones en el primer semestre del 2016 a US$ 61 millones en el mismo periodo del 2017. Por último, los mangos frescos tuvieron un crecimiento del 8.3% subiendo de US$ 127.4 millones a US$ 137.9 millones.
Otros productos que también incrementaron sus exportaciones fueron el café que tuvo un crecimiento de US$ 23.3 millones y el ajo que creció de US$ 5.4 millones a US$ 10 millones.
Para mantener este camino de progreso y bienestar es necesario que las autoridades del gobierno y el congreso trabajen juntos para darle sostenibilidad al marco jurídico del sector y se eliminen las barreras y sobrecostos que afectan su competitividad frente a nuestros competidores globales.
Una de estas barreras, por ejemplo, es la brecha de infraestructura productiva. Es muy importante seguir desarrollando la infraestructura orientada a mejorar la competitividad de las exportaciones peruanas, como conectar las zonas de producción agrícolas que se encuentran en zonas rurales de diversas regiones del país con “carreteras productivas” (así se debe entender), esto beneficiaría a la cadena agro exportadora que integra cada día a más productores de las zonas altas de la sierra y de la costa. Un ejemplo contundente es la urgente necesidad de la construcción de la carretera que debe conectar el Proyecto Olmos con la Panamericana Norte y la ciudad de Olmos que integraría, no sólo las nuevas áreas agrícolas, sino también el tradicional valle de la ciudad de Olmos. Son miles de trabajadores y miles de toneladas de producción que, hoy en día, están transitando por un camino de tierra de más de 100 kilómetros, esto es ¡increíble! El Gobierno Regional de Lambayeque tiene que tomar cartas en el asunto y liderar su construcción, el Gobierno Central a través del Ministerio de Transportes y Comunicaciones debe acompañar también este esfuerzo.
Otro aspecto es continuar con el esfuerzo del país en tener la mejor infraestructura de comercio exterior, para esto es necesario desarrollar los puertos regionales como el de Salaverry y el de Pisco, y aeropuertos como el de Chiclayo y el de Trujillo, entre otros. Todos ellos con capacidades para atender los millones de toneladas de productos de la agricultura de exportación que año a año se seguirán incrementando. Esto, sumado a la reforma de la Ley del cabotaje que impulse verdaderamente este medio de transporte entre puertos, permitiría que se eliminen altos sobre costos que obligan a llevar la carga por tierra hasta Lima, perdiendo tiempo de vida de los productos y agravando la problemática del ya caótico tránsito de Lima.
Un punto crítico para la agroexportación peruana es resolver con urgencia la situación de inestabilidad que se tiene con el actual concesionario en el desarrollo de las infraestructuras de irrigación de dos importantes proyectos: el proyecto Olmos, en Lambayeque, que involucran 38 mil ha nuevas y 10,500 ha mejoradas, y el proyecto Chavimochic, en La Libertad, que en su Etapa III involucra 63,500 ha nuevas y 48 mil ha mejoradas para la agricultura.
Otro tema urgente es la reconstrucción de la infraestructura del norte peruano que sufrió los efectos del implacable Niño costero. Miles de ciudadanos damnificados y miles de productores esperan las acciones concretas e inmediatas de las autoridades para resolver los importantes daños en la infraestructura básica, de irrigación y canales.
A pesar de todo ello el sector agro tiene la capacidad para cumplir con la proyección hacia el 2021 de duplicar las agroexportaciones. Hoy en día la agricultura moderna está creando y manteniendo miles de puestos de trabajo formales en las zonas rurales, está sosteniendo la calidad de vida de miles de familias en muchas regiones del país, viene contribuyendo con la inclusión de la mujer rural en actividades productivas, está convirtiendo zonas desérticas en modernos oasis verdes de progreso y desarrollo, está integrando a cientos de pequeños productores a la cadena agro exportadora, está generando industria, servicios y comercio y, en resumen, está contribuyendo de manera sostenible con el crecimiento del PBI para el progreso de todos los peruanos.